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martes, 9 de septiembre de 2008

Los ruidos fuertes o estridentes

El miedo canino, además de tener una predisposición genética en mayor o menor grado, se vé reforzada fundamentalmente por las experiencias negativas o traumáticas sufridas por el animal.


Los ruidos fuertes o estridentes, son los estímulos más representativos a la hora de provocar miedo al animal.

Lo más importante es tratar de identificar cual es el ruido o motivo que provoca el comportamiento asustado del animal, y luego tratar de irle acostumbrando poco a poco hasta que se convierta en algo normal para el perro.

En este caso, la perra debe irse llevando a sitios tranquilos y solitarios alejadas del tráfico y el ruido, y al regreso del paseo recompensarla con caricias, felicitaciones, juegos o comida. Si hay alguna negativa durante el paseo a continuar, se debe llevar de inmediato de regreso. Es muy importante la constancia y la paciencia en estos casos, ya que no es fácil de corregir en su totalidad, a veces sólo se logar corregir en parte, y están expuestos a sufrir una recaída.

Inflamación de las glándulas anales


Si su perro arrastra el ano por el suelo, no siempre es síntoma de la existencia de parásitos.


Lo que puede estar ocurriendo con su perro, y más si ya ha sido desparasitado, es que tenga una inflamación de las glándulas llamadas "anales" que están ubicadas a cada lado del orificio anal.


Como esta inflamación produce picor, el animal se arrastra para aliviarse. Una vez producida esta inflamación, el veterinario será el que tendrá que vaciarlas para que queden limpias y poner el tratamiento adecuado, que según el grado de inflamación o infección, puede requerir el uso de antibiótico.